La clave para adoptar un hábito

Adoptar un hábito

Todo el mundo lo dice: los hábitos más difíciles de adoptar son todos los buenos. Sin embargo, pocos son lo suficientemente conscientes de la razón toral por la cual adoptar un hábito es difícil. Uno bueno, claro.

Esta consciencia de la razón que nos impide adoptarlo, es clave para saltar ese gran obstáculo que todos encontramos cuando queremos mejorar algún aspecto de nuestras vidas que depende de adoptar un buen hábito.

Y para comenzar, es importante tener claro que la adopción de un hábito primeramente depende de tener en cuenta el concepto de autocontrol.

Considerado por muchos expertos como una de las principales habilidades clave para el desarrollo y el éxito personal y profesional (al lado de, o inclusive en ciertos respectos, más importante que la inteligencia), el tema ya lo abordamos en el post El Valor del Autocontrol, y antes de pasar a lo que sigue es crucial conocerlo.

Qué es un hábito

¿Por qué es tan fácil adoptar un mal hábito y muy difícil adoptar uno (o varios) buenos? Para poder contestar esta pregunta primero necesitamos entender qué exactamente es un hábito.

Un hábito, en pocas palabras, es una acción o serie de acciones que aprendemos a llevar a cabo prácticamente por defecto, es decir, inconscientemente. Un hábito es una acción que ya no necesitamos planear, ni siquiera decidir llevarla a cabo; simplemente la hacemos de la misma manera todo el tiempo en automático.

Y la clave para entender por qué adoptamos muy fácilmente un mal hábito es la parte automática del concepto. Para terminar pronto, la principal ventaja de un hábito es la comodidad de no tener que ocupar esfuerzo cerebral en llevarlo a cabo. Es decir, un hábito es cómodo para nuestro cerebro. ¿Y cuáles son las acciones que más cómodas sentimos desde el principio?Exactamente, los malos hábitos.

En cambio un buen hábito es cómodo hasta que se convierte en hábito; no antes. Entender mejor cómo nuestro cerebro promueve los hábitos, es útil para aplicarlo en la formación de los buenos, así que te recomiendo leer el artículo El Poder de los Hábitos, el cual profundiza en ese aspecto.

El hábito de la lectura

Las capas del cambio que fomenta el hábito

«Los hábitos son el interés compuesto del mejoramiento personal», asegura James Clear en su esperado primer libro Atomic Habits. Clear ha estado estudiando los hábitos en el contexto del mejoramiento personal y publicando exitosamente sobre el tema por varios años, y en su libro sobre el tema nos resume amenamente mucha información para entender cómo lograrlo.

Uno de los principales conceptos que analiza, es que cambio de comportamiento que se requiere para establecer un buen hábito, se divide en tres capas:

  1. Cambiar tus resultados. Lo que todos queremos con el establecimiento del hábito, por ejemplo perder peso.
  2. Cambiar tu proceso. Lo que necesitamos hacer para lograr el resultado, es decir por ejemplo establecer una rutina de ejercicio. Sin establecer un sistema, nunca vas a adoptar un hábito.
  3. Cambiar tu identidad. El menos obvio, pero, como veremos, el más importante para que el hábito deseado se convierta en una parte de nosotros y resulte verdaderamente efectivo. Implica cambiar tu concepción de las cosas.

Hábitos basados en nuestra identidad

Va a parecer consejo new age, pero esta recomendación es crucial y tiene su razón cognitiva para existir: una cosa es decir que eres una persona que desea algo, y otra muy diferente es decir que eres una persona que es algo. Es decir que para adoptar, por ejemplo, el hábito de comer sano, es mucho más efectivo primero creer que eres una persona sana.

Es decir, de poco te servirá cambiar tu objetivo e inclusive establecer un plan, si no cambias de una vez o en el proceso de adopción del hábito, tu identidad al respecto. Solamente las personas que además de ponerse el objetivo y ponerse en acción establecen como parte de su identidad la imagen de personas con ese hábito, son quienes lo establecen exitosamente. Esta es la más efectiva forma de motivación propia, con la cual ya no necesitarás más razones que te obliguen a seguir la actividad.

¿Por qué crees que lo más común del mundo es que alguien quiera estar en forma, se lo propone y acude al gimnasio, pero solamente lo hace por unas semanas o unos meses, y nunca termina de ponerse en forma?

Adopar buenos hábitos

No quiero correr; soy un corredor

Será mucho más fácil no dejar de salir a correr varias veces a la semana, cuando en lugar de verte como una persona que quiere terminar un maratón, te metes en la cabeza la idea de que eres un corredor, y de que te identifiquen como uno ¿verdad?

Como Clear lo pone, la realidad para bien y para mal, es que «entre más orgullo sientas sobre una parte de tu identidad, mayor motivación tendrás para mantener los hábitos asociados con esa parte».

Y la parte más difícil de adoptar un hábito es tener la motivación suficiente como para no claudicar, el tiempo suficiente como para establecerlo. Así que hay que aprovechar que cuando tu orgullo entra en juego, harás lo que sea necesario para mantenerlo.

Ese orgullo solo aparece cuando cambias tu identidad, y no solamente tus actividades. Cambiar tu identidad en este sentido significa que el hábito se convierta en una parte de ella. En una parte de tu identidad que buscarás defender. Y defenderla en este caso significa mantener el hábito.

«Las mejoras que logres, solamente serán temporales hasta que el hábito se convierta en parte de lo que eres», asevera Clear.

Conocer más sobre hábitos

Así que, en el caso de adoptar el hábito de la lectura (un hábito de líder, por cierto), el objetivo no es leer un libro; el objetivo es convertirte en un lector. Y que los demás te identifiquen como uno.

Porque una vez que sabes los demás te ubican como un lector, no vas a querer dejar de leer para no defraudarlos.

Claro que solamente con entender este punto no será suficiente para muchos, así que te recomiendo los siguientes posts que abordan temas relacionados con los hábitos y con lo difícil que puede resultar adoptar los buenos o dejar los malos:

Disfruta las experiencias negativas
El poder de la incomodidad
5 malos hábitos mañaneros que debes eliminar
6 hábitos que debes dejar en las mañanas

7 respuestas a «La clave para adoptar un hábito»

  1. […] de un empujoncito extra para cumplir con su compromiso con los senderos o las banquetas para establecer el buen hábito, y tener que sacar a tu perro a correr es uno muy bueno. Tu perro no pondrá de excusa ni en un […]

  2. […] Tender tu cama es lo que los psicólogos expertos en comportamiento conocen como un hábito clave. […]

  3. […] un espacio libre de desastre es mucho más disfrutable y funciona como un motivador de otros buenos hábitos. Al respecto, ya conocemos los beneficios del hábito de tender tu […]

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  5. […] Las razones de que los propósitos no se cumplan son complejas, pero la principal tiene que ver con la falta de estrategias específicas para poder lograrlos y convertirlos en hábitos. […]

  6. […] Pero, más que interesarnos específicamente por saber cuáles libros leen los millonarios, creyendo que haciendo lo mismo nos servirá para ser como ellos (lo cual siendo realistas, no es cierto), lo que sí nos puede beneficiar es conocer cuáles son sus costumbres de lectura. Es decir que más importante que el qué, es el cómo. […]

  7. […] También ya abordamos en variadas ocasiones la necesidad de aprovechar todas las ventajas que nos ofrece la claridad mental que tenemos por las mañanas después de despertar. Innumerables ejemplos y explicaciones, así como artículos y hasta libros existen al respecto, y ya iniciamos con el tema relacionado a la productividad y el ejercicio en La clave para adoptar un hábito. […]

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