Adoptar el hábito de la lectura

Adoptar el hábito de la lectura

Todos sabemos que deberíamos leer más. Sin embargo, la mayoría nunca establecemos las condiciones para adoptar éste útil hábito. Y aunque algunos opinan que el hábito diario más importante es la reflexión, con la lectura es como conseguimos muchas más ideas sobre las cuales reflexionar.

Todo lo que absorbes leyendo se añade a tus conocimientos y a tu marca personal. Por esto es que ya abordamos el tema de la importancia del hábito de la lectura para cultivar el liderazgo en Todos los líderes son Lectores.

Inclusive desde hace mucho existen técnicas que aumentan la velocidad de lectura. Conocida como speed reading, es común que muchos se aventuren en aprender esta técnica inclusive antes de adoptar el hábito. Pero como lo apunta el psicólogo cognitivo Keith Rayner en su libro Psychology of Reading, la efectividad de estas técnicas está limitada por la capacidad de procesamiento de información de nuestro cerebro.

Lo que buscas con la lectura es aprender del contenido, no solamente decir que terminaste tantos libros. Y la velocidad viene con el sacrificio del entendimiento. Aunque cuando lo único que necesitas es entender un punto general, escanear las páginas es útil. Pero eso no es verdadera lectura. Mucho menos si lo que queremos es para empezar adoptar el hábito.

Cuando adoptas el hábito de la lectura

Numerosos son los beneficios de adoptar el hábito de la lectura, así que aquí solamente enumero los más importantes:

  • Mejoras tus niveles de creatividad y conexión de información. Conforme más lees, más relaciones y enfoques de conocimiento encuentras.
  • Aplicas lo que aprendes en tu trabajo y en tu vida. Evitas tropezarte con las piedras con las cuales otros ya tropezaron.
  • Descubres nuevos temas de interés. Encuentras que también te interesan temas que no habías tomado en cuenta antes.
  • Exploras ideas de distintas perspectivas. Ganando con esto empatía y comprensión hacia los demás.
  • Te desestresas de manera productiva y duermes mejor. En lugar de utilizar el smartphone para quitarte el sueño, leer un libro físico fomenta un sueño reparador.

Ya tienes más razones para leer todos los días, pero ¿cómo convertirlo en un hábito?

El hábito de leer

5 claves para adoptar el hábito de la lectura

1. Comprométete a una meta de lectura

Comprométete a una página por día. O menos, cinco (lol).

Como pregonan tanto el autor de Atomic Habits, James Clear, como la sabiduría milenaria, la más eficiente forma para la mayoría de adoptar un hábito es comenzar en pequeño.

No te comprometas con una hora si apenas comienzas. Comprométete con solamente 15 minutos. Todos tenemos 15 minutos a cierta hora del día para leer algo que nos interesa. Sí, TODOS.

No te comprometas con un capítulo completo. Comprométete con solamente 1 o 5 páginas. Donde quiera que te hayas quedado le seguirás mañana.

El experto en productividad Thomas Frank sugiere 25 páginas diarias. Si tu compromiso es así de grande y estás seguro que lo respetarás cada día, adelante. De hecho, aunque tu compromiso hayan sido solamente 5 páginas, seguramente leerás más.

2. Establece tu hora de lectura

Si tu agenda es muy apretada. O si al menos eso crees. Establece un momento específico del día para leer tus 5 ó 25 páginas, o tus 15 minutos. La clave es respetar el momento que asignaste a la lectura.

¿Cuándo es mejor leer? En cuanto te despiertes, tomándote tu café por la mañana, antes de consultar tu teléfono, tus redes sociales y ver las noticias. Si es necesario despierta más temprano para tener tu tiempo de lectura antes de que tu día comience.

Otro momento perfecto es después de terminar tu sesión de ejercicio (la cual también es recomendable que sea por las mañanas). Salir de la regadera después de una sesión de actividad física predispone a tu cerebro a absorber mejor la información que lees. Para más información al respecto de la conexión entre el ejercicio y el cerebro, te recomiendo Spark de John Ratey.

Sin duda para muchos es más práctico leer antes de dormir, lo cual por las razones ya mencionadas también es recomendable y efectivo para adoptar el hábito. Para otros lo son lugares y tiempos específicos como la hora de descanso o de la comida. El punto es establecer y respetar tu momento de lectura.

3. Elimina todas las distracciones posibles

Como con cualquier hábito, otra de las claves está en eliminar todas las barreras que se puedan interponer en tu esfuerzo por adoptar la lectura como hábito. Si lees por las mañanas, deja tu libro al lado de la cafetera, en la barra de la cocina, en tu escritorio o en tu sofá favorito, desde la noche anterior.

Si lees en la noche ya en la cama, deja tu libro sobre la almohada desde la mañana que tiendes tu cama (lo cual también es un hábito altamente recomendable por muchas razones) antes de salir al trabajo.

Antes de que te dispongas a leer el tiempo o las páginas planeadas, deja tu celular en otro cuarto y cerciórate que esté en modo silencioso. De preferencia hasta en modo avión para que ni siquiera vibre y te pueda distraer. Además, elige el lugar más silencioso y con menos distracciones del lugar donde hayas establecido tu área de lectura.

Si junto con tu lectura tomas notas (otro excelente hábito relacionado), asegúrate de tener desde antes a la mano los accesorios necesarios como lápiz, marcatextos y cuaderno.

4. Hazlo interesante

Toma notas. Incontables personas con el hábito de la lectura lo hacen en conjunto con el hábito de tomar notas diariamente sobre lo que leen. Tomar notas te ayuda a cimentar el conocimiento que acabas de leer o estás leyendo y te sirve para recordarlo y aplicarlo después.

Elige temas que te apasionen. Obviamente leerás con más ganas un tema que te interesa en comparación con uno que no. Sin embargo cuida que lo que te interesa sea además importante. No cuenta que lo que te interesa sean temas que no te aportarán nada para tu crecimiento personal.

Publícalo en tus redes sociales. Tu hábito de lectura puede ser reforzado por la interacción de tus contactos con tus publicaciones sobre lo que estás leyendo. Para los más socialmente inclinados, el simple hecho de publicar que leen puede ser suficiente para sentir un tipo de compromiso para seguir con el hábito.

Subraya y garabatea. No tengas miedo de marcar las páginas de tu libro. Los libros son para utilizarse y para sacarles provecho, no para coleccionarse. Si tu manera de hacer más útil la lectura es subrayar y garabatear en los márgenes, adelante.

5. Apuesta a que lo lograrás

Lamentablemente para la mayoría, solamente un pequeño porcentaje de personas adoptan buenos hábitos con automotivación. Para estas personas, la actividad propia es motivación suficiente para llevarla a cabo: dicen que leerán una hora al día y lo hacen sin necesidad de recompensas o presiones externas.

Todos deberíamos aspirar a ser de esas personas, sin embargo, la mayoría de la gente depende de motivación externa a la actividad; es necesario que algo las comprometa. Como una apuesta.

Si hacer público tu compromiso con el hábito de la lectura ya es una gran motivación (puedes hacerlo en tus redes sociales para que tus contactos lo sepan y te presionen), para algunos no es suficiente. Para estas otras personas es necesaria la presión de los demás. Si eres una de estas personas apostarle a alguien que lograrás tu meta de lectura diaria por uno o tres meses puede ser el incentivo para no dejar de lado tu compromiso.

«Si dejo de cumplir mi compromiso 5 días del mes, te pagaré $200 pesos», puedes decirle a un amigo. De esta manera es mucho más probable que, aunque sea por no perder esos 200 pesos mensualmente, sí logres tus 5 o 25 páginas diarias.

¿Aun dudas del beneficio de la lectura?

Warren Buffet, porque puede, prácticamente aprovecha para leer 5 o 6 horas al día. Y es un multibillonario que podría no hacer nada. Pasársela cómodamente viendo Netflix. O dedicar todas esas horas de su día a cualquier otra cosa. Pero sigue leyendo.

Bill Gates siempre desea leer más de lo que puede leer. Sin embargo, y a pesar de una agenda que muy seguramente es más ocupada que la de cualquiera, no deja de leer diariamente al menos 1 hora al día. Por algo promueve la lectura y ya tiene por tradición recomendar lecturas interesantes.

Si las personas más acaudaladas del planeta siempre han tenido el hábito de la lectura, aun con sus apretadas agendas o con la posibilidad de simplemente descansar de todo, incluido leer, por algo será.

El hábito de la lectura

¿Cuál formato es mejor?

A diferencia de hace algunas décadas, hoy tenemos varias opciones de medios en los cuales leer: libros convencionales de papel, iPads, teléfonos, eReaders, computadoras y audiolibros.

Aunque el mejor consejo es que cualquier formato que se adapte a tus necesidades es bueno, para los lectores comprometidos, nada reemplaza la experiencia de un libro tradicional que tienes que hojear, sobre el que puedes subrayar, garabatear y guardar en un librero o estante.

Los libros tradicionales te recuerdan físicamente que ahí están, y además de servir de decoración, te ayudan a asumir la identidad de lector, no solamente de alguien que a veces lee un libro.

Pero no me malinterpreten, los eBooks no solamente son el futuro sino ya el presente y desde muchas perspectivas son más prácticos que los libros tradicionales. Requieren de la inversión en un apropiado lector de libros digitales, pero cada libro que descargas es mucho más barato que uno físico. Eso sin contar la multitud de libros que puedes conseguir gratuitamente por que ya no tienen derechos de autor.

La practicidad de los audiolibros

Todo el mundo hoy tiene un teléfono que puede reproducir archivos de música. ¿Qué tal si en lugar de escuchar música de camino al trabajo, mejor escuchas algún audiolibro?

Los audiolibros pueden ser el mejor amigo de una persona ocupada o multitareas por que al mismo tiempo que haces otra cosa, como trabajar o conducir, porque puedes avanzar en tus metas de lectura escuchando tus libros en versión audio.

En mi caso, por ejemplo, mi teléfono ya tiene un año sin archivos de audio de música, y lo único que tiene en mp3 son audiolibros, los cuales escucho en distintas ocasiones del día, incluyendo durante mi hobby de carpintería y en mis sesiones de correr.

Inclusive el hecho de que cuando corro avanzo también con mis audiolibros es un incentivo más para correr. Es decir que un hábito se refuerza con el otro; un tema que te interesará si estás interesado en formar mejores hábitos.

Pero ese lo dejaremos para después.

2 respuestas a «Adoptar el hábito de la lectura»

  1. […] Así que nunca olvides que puede que no todos los lectores sean líderes, pero Todos los líderes son lectores. […]

  2. […] que, en el caso de adoptar el hábito de la lectura (un hábito de líder, por cierto), el objetivo no es leer un libro; el objetivo es convertirte en […]

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