¿Estás cansad@ de sentirte lent@ y atrapad@ en la rutina? ¿Quieres aprovechar lo mejor de ti y vivir una vida llena de energía y vitalidad? Es posible con los cambios adecuados.
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan cambios naturales que pueden afectar principalmente nuestros hábitos de actividad física, lo que dificulta mantener una salud óptima. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que existen formas simples pero poderosas de aumentar tu energía, quemar grasa y sentirte increíble?
En este post, exploraremos cinco consejos esenciales que te ayudarán a comenzar tu viaje hacia esa persona más saludable y feliz que quieres ser.
1. Hidrátate muy bien
¿Sabías que la deshidratación es uno de los problemas de salud más comunes en la actualidad? Pues así es. Cuando nuestro cuerpo no recibe suficiente agua, puede provocar fatiga, dolores de cabeza e incluso aumento de peso. Paradójicamente, la retención de líquidos está relacionada con la deshidratación. Entonces ¿cuál es la solución?
La respuesta está en beber suficiente agua simple durante el día. Sin contar el café ni las bebidas azucaradas. Intenta tomar al menos ocho vasos. Sí, leíste bien: algo así entre 1.5 y 2 litros. Y asegúrate de que no sean un vaso de agua cualquiera. Estamos hablando de agua pura, filtrada y libre de químicos y aditivos. En tiempo de calor o en caso de ejercicio intenso, puede ser agua adicionada con electrolitos como sodio, magnesio y potasio, pero sin glucosa.
2. Deshazte de los alimentos ultraprocesados
Cuando se trata de alimentar nuestro cuerpo, no hay como los alimentos integrales naturales. Piensa en verduras y frutas frescas, proteínas animales no comercialmente procesadas y grasas saludables como aguacate y mantequilla de leche. Estos alimentos ricos en nutrientes proporcionan los elementos básicos para una salud y energía óptimas. Evita los productos alimenticios comercialmente procesados; esos que vienen en cajas, bosas, frascos o empaques con códigos de barras y lista de ingredientes.
Si eres como la mayoría de la población moderna, probablemente estos alimentos ocupan una gran cantidad de espacio en tu plato. La buena noticia es que hacer pequeños cambios, como sustituirlos gradualmente por alimentos mínimamente procesados, puede tener un gran impacto en tu salud.
3. Muévete (pero no te excedas)
Cuando pensamos en ejercicio, muchos asumimos que se trata de correr maratones y levantar mucho peso en el gimnasio. Pero la verdad es que nuestros cuerpos deben moverse de diversas formas a lo largo del día. Y no necesita ser tan intensivamente.
Esto significa encontrar actividades que disfrutes y te entretengan, ya sea una caminata rápida alrededor de la cuadra, una rutina de yoga o incluso simplemente bailar o limpiar el patio. La clave es encontrar lo que funcione para ti y hacerlo parte de tu rutina diaria.
4. Come como si tu salud dependiera de ello (y así es)
Cuando sentimos hambre, es fácil buscar lo que sea mas conveniente, incluso si eso significa tomar una bolsa de papas fritas o unas galletas. Pero hay una forma mejor de hacerlo.
La respuesta está en comer saludable, pero en serio. Es decir, tomarte el tiempo para preparar comidas y snacks saludables a lo largo del día, o prepararlos con antelación el día anterior. Significa ser intencional con la elección de alimentos y evitar dietas de moda que podrían no ser sostenibles a largo plazo.
5. Duerme bien y suficiente
Cuando estamos cansados, es difícil reunir la energía para hacer casi cualquier cosa, y mucho menos esforzarnos por cumplir nuestros objetivos de salud. Además, como ya lo abordamos, la falta de sueño interfiere con el metabolismo.
La respuesta, en gran parte, está en dormir lo suficiente. Trata de dormir de siete a nueve horas por noche y asegúrate de priorizar el descanso diario. Ya sea tomando un baño relajante, leyendo un libro o simplemente disfrutando de una taza de café o té tranquilamente, es fundamental recargar las pilas.
Toma el control de tu energía y tu salud
Ahí las tienes: cinco formas simples pero poderosas de aumentar tu energía, quemar grasa y sentirte muy bien durante todo el día. Pero recuerda que la clave es encontrar lo que funciona para ti y realizar cambios graduales que se sumen con el tiempo.
Así que no esperes más. Consulta con un profesional médico o de nutrición con enfoques preventivo e integrativo, para comenzar a realizar los cambios correctos en sus hábitos de actividad física, alimentación y estilo de vida en general. Con su guía, estarás en el buen camino para conseguir una vida llena de energía.
Referencias
Alamnia, T. et al. (2023). Dietary patterns and associations with metabolic risk factors for non-communicable disease. Scientific Reports, 13(1), 21028. https://doi.org/10.1038/s41598-023-47548-0
Chmura, A., et al. (2022). The influence of sleep disturbances on the development of insulin resistance-a literature review. Journal of Education, Health and Sport, 12(8), 518-522. https://doi.org/10.12775/JEHS.2022.12.08.054
Lv, J., et al. (2024). Ultra-processed food consumption and metabolic disease risk: an umbrella review of systematic reviews with meta-analyses of observational studies. Frontiers in Nutrition, 11, 1306310. https://doi.org/10.3389/fnut.2024.1306310
Liska, D., et al. (2019). Narrative review of hydration and selected health outcomes in the general population. Nutrients, 11(1), 70. https://doi.org/10.3390%2Fnu11010070
Wender, C., et al. (2022). The effect of chronic exercise on energy and fatigue states: A systematic review and meta-analysis of randomized trials. Frontiers in psychology, 13, 907637. https://doi.org/10.3389%2Ffpsyg.2022.907637
Descargo de responsabilidad: esta publicación tiene fines informativos únicamente y no debe interpretarse como consejo médico o nutricional personalizado. Consulta siempre a un profesional de la salud antes de realizar cualquier cambio en tu régimen de medicación o alimentación.
Image by Freepik
Deja una respuesta