Hay frases que te delatan; tanto en el trabajo como en tu vida diaria.
Algunas veces no son necesariamente la verdad o un problema real en tu personalidad, pero el simple hecho de expresarlas te pueden afectar en tus relaciones laborales, con tus clientes, empleadores, compañeros de trabajo y hasta amigos en general.
Si te preocupa y ocupa tu marca personal, siempre toma en cuenta lo que quieren decir de ti estas frases inconscientemente para los demás, y evítalas a toda costa, sin importar lo talentoso o productivo que seas.
«Esta es la manera en que siempre se ha hecho»
Ya no vivimos en el siglo XX. Las técnicas, conocimientos y procesos pueden cambiar de un día para otro y dejar completamente obsoletas las formas tradicionales. Defender algo solo porque siempre se ha hecho así, da a entender no solamente que eres floj@ y te resistes al cambio, sino que no te interesa buscar nuevas formas de solucionar los problemas y mejorar las cosas. Y, como ya sabemos, cualquier jefe o líder efectivo siempre valorará la proactividad en los miembros de su equipo. Además, a l@s conformistas nadie acude primero por ayuda.
«No es mi culpa»
Si en realidad no es tu culpa, no es necesario primeramente deshacerte de la responsabilidad. Siempre será mucho mejor ofrecer una explicación externa de lo que sabes que pasó. Apégate a los hechos sin sentirte ofendido y deja que los demás lleguen a sus propias conclusiones. Y si tuviste la culpa o parte de ella, acepta tu parte en la situación, sea tu responsabilidad grande o pequeña. En el momento que culpas a alguien más, te ves como una persona que no es responsable de sus propias acciones, y que busca que todos sean culpables menos tú. Y así pocos confiarán en ti.
«No puedo»
Similar a «no es mi culpa», decir no puedo para todos significa que no lo harás. Así de simple. Decir que no puedes (aunque en realidad no puedas) sugiere que no estás dispuest@ a esforzarte y que no tienes lo que se necesita para la responsabilidad que te asignaron. En lugar de decir no puedo, ofrece una alternativa que te involucre en ser parte de la solución o el proceso. Decir simplemente que no puedes te llevará a que tanto tu jefe como tus compañeros te vean como un incompetente que no desea progresar. Además, psicológicamente te auto-bloqueas, en lugar de buscar superarte.
«No es justo»
Como ya lo hemos abordado en anteriores posts, la vida no es justa ni cómoda. Ni debe serlo. Cualquiera que sale con esta frase, tanto en la vida como en el trabajo, solamente da a entender que no ha madurado y que difícilmente será una persona de confianza para responsabilidades importantes. Deja a un lado tus interpretaciones propias de la situación, apégate a los hechos y, sobre todo, pregunta y comenta independientemente de tus sentimientos. No necesitas ser un seguidor de la filosofía estóica para saber que el papel de la víctima no se le ve bien a ningún profesional, y no te dejará una buena marca.
«Lo intentaré»
De la misma forma que la frase «Creo que…», decir lo intentaré suena tentativo y sugiere que no confías en ti mismo, ni en tu habilidad para llevar a cabo tu trabajo o encomienda. Como dice Yoda en The Empire Strikes Back: «Hazlo o no lo hagas, no existe el intentar». Reconoce tus capacidades. Si se te pide algo, comprométete a hacerlo u ofrece una alternativa, pero no digas que lo intentarás porque solo das a entender que no te esforzarás lo suficiente.
Razona tus frases antes de soltarlas
Existen más frases que afectan la manera en que los demás, especialmente en el ámbito profesional, piensan de tí y tus habilidades, pero esas otras las dejaremos para un siguiente post.
Recuerda siempre que este tipo de frases muchas veces «se nos pueden salir» sin darnos cuenta, así que requerirá (para algún@s más que para otr@s) cierto trabajo de autocontrol para lograr hacerte el hábito de no volverlas a decir.
Pero, debido a que tu marca personal depende en gran parte de ello: hazlo, no lo intentes.
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