Los líderes escuchan más de lo que hablan

Los líderes escuchan

«Los líderes que no escuchan, eventualmente se rodearán de gente que no tiene nada que decir.»
— Andy Stanley

La historia es lamentablemente típica: Después de años (o meses) de soportar un estresante ambiente de trabajo y a un jefe que solo pide y no da, un empleado con potencial para aportar al desarrollo de la organización siente que sus esfuerzos no se ven reconocidos y decide seguir trabajando haciendo solamente lo necesario y dejarse llevar por la ola por la que se dejan llevar los demás.

¿Cuál es el problema aquí y por qué es tan común en muchas (si no es que en la mayoría) de las empresas?

Liderazgo no es lo mismo que autoridad

En un post anterior ya analizamos uno de los elementos de un verdadero líder que responde parcialmente a esta pregunta: la definición antropológica de líder es alguien que guía a un grupo tomando la responsabilidad del mismo.

Y lo que no hacen la gran mayoría de líderes de una empresa en la cual sus empleados se sienten que no son valorados es hacerse responsables de los miembros de su equipo. Por alguna razón, han dejado de lado la parte de responsabilidad y se han quedado solamente con la parte de autoridad y, como dice Simon Sinek, «el jefe tiene el título, pero el líder a la gente«.

Cualquier líder que olvida esta regla, o que nunca la tuvo en cuenta porque el puesto lo heredó o lo ganó sin en adecuado mérito propio, está destinado a tener un equipo de subordinados, más no de seguidores. Y de subordinados que, al no sentirse incluidos ni valorados, si deciden permanecer en el equipo, lo harán haciendo solamente lo necesario para cumplir con lo mínimo que les exije su descripción de puesto. Y esto no le conviene ni a la organización ni al líder a mediano y largo plazo.

Escucha más de lo que hablas

El problema de no escuchar

La otra parte de la respuesta a por qué es tan común esta situación en demasiadas organizaciones, es que el líder o los líderes de la misma hablan más de lo que escuchan. De hecho la gente en general a idea de que un líder es alguien de quien gran parte de su trabajo es hablar; pero esto no es tan cierto.

Existe un viejo adagio que versa que «tienes dos oídos y solo una boca para escuchar el doble de lo que hablas». Y tanto técnica como metafóricamente es cierto. El sentido del oído evolucionó antes de la capacidad de lenguaje hablado y los oídos están en ambos lados de la cabeza para escuchar  el campo más amplio de sonido a nuestro alrededor posible para una razón principal: estar monitoreando lo mejor posible los sonidos de nuestro ambiente.

Así que, una de las cualidades más valiosas de un verdadero líder es saber estar constantemente escuchando su ambiente. Y su ambiente incluye a todos sus miembros de equipo, compañeros de trabajo o subordinados, es decir sus seguidores.

¿Por qué es tan importante para un líder escuchar más de lo que habla? Por la simple razón de que su efectividad como líder, y la efectividad del trabajo de la organización que líderes, depende de la efectividad del resto del equipo. Y el equipo consiste en personas que tienen la capacidad de aportar su talento y su dedicación para dar ese extra que se requiere para avanzar y no solamente mantenerse. Personas que tienen algo que decir.

Pero esas personas no lo harán en un ambiente en el cual no se valoran ni su esfuerzo y sus ideas. Y solamente los líderes que se callan y escuchan antes de hablar son quienes se dan cuenta de las capacidades y las ideas de todos los miembros de su equipo.

La comunicación es crucial

La clásica cadena de mando donde el líder solamente ordena ya pasó a la historia desde hace mucho, en algunos aspectos hasta en el ambiente militar. Ahora sabemos mucho más sobre cómo es funciona la relación líder-seguidor y en cuáles aspectos no hemos estado haciendo bien las cosas, y la sabiduría milenaria siempre lo ha recalcado.

Porque al final, los líderes que se rodean de subordinados con nada que decir, no son líderes con seguidores sino solamente con el título. De hecho no son ni líderes en el sentido funcional de la palabra.

Y porque, como lo explica John Maxwell en The 17 Immutable Laws of Teamwork: Crear cambio positivo en una organización requiere de comunicación.

Y nunca olvidemos que la comunicación, como lo viste en la secundaria y en la preparatoria, es de ambos lados; y los líderes están obligados a ser el doble de receptores que de emisores. Están obligados a escuchar.

Por el bien de la organización; y por su futuro como líderes.

Porque no inspiras a tus compañeros mostrándoles lo sorprendente que eres. Inspiras a tus compañeros mostrándoles lo sorprendentes que son.

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