No es un secreto (ni debemos negar) que existen personas que nacieron con dotes de líder. Personas que por naturaleza tienen las cualidades para que los demás los sigan. Es evolutivo y no somos la única especie que tiene alfas a quien nadie les enseño a serlo.
Por otra parte, el liderazgo también se puede fomentar y desarrollar, y muchos prefieren pensar que no depende de características heredadas.
Independientemente de cómo se haya llegado a ser un líder, siempre se puede mejorar. Y se debe mejorar, si se quiere ser líder por mucho tiempo o si se desea ser un líder efectivo y no solo nato.
Puede que seas un tipo de líder con alguna o varias de estas características, pero muy probablemente te falte trabajar puntos de la lista, así que, por tu mejora continua y el aprovechamiento y superación de tu equipo de seguidores, necesitas atender esta checklist.
1. Sé un positivo modelo a seguir
Al igual que los hijos aprenden del ejemplo de los padres (y no de lo que les digan pero no hagan ellos mismos), tus seguidores aprenderán de lo que tú pongas o no en práctica. Sé el tipo de líder que actúa de la misma manera que quieres que tu equipo lo haga. Si eres un líder déspota, que no te sorprenda que tu equipo tenga problemas internos ya que si el líder lo es, les da a los demás la razón para serlo.
2. Sé un líder humilde
Puede que hayas llegado a la posición de líder por tus cualidades de autoridad o por posición social, pero solo esto no te será efectivo por mucho tiempo cuando el liderazgo y las responsabilidades crecen. El hecho de que un líder necesite un equipo te obliga a preocuparte por ellos, a no pensar en tus seguidores como solamente escalones para seguir subiendo, sino en compañeros que en muchos casos están a tu nivel, o posiblemente a veces por encima de ti. Acéptalo y actúa en consecuencia. Si el equipo crece, tu también.
3. Comunícate efectivamente
Existen demasiados ejemplos de líderes que «pierden el piso» en la comunicación con su staff de manera que nunca se sabe si hacerle llegar o no algún comentario. La efectividad del equipo, y por consecuencia del líder, depende de la efectividad de la comunicación interna. Si no lo eres, aprende a ser un líder con quien todos tengan la confianza de hablar y no el líder que hasta que ya es tarde se da cuenta de los problemas.
4. Encuentra un mentor. O varios
A menos que seas Leonardo DaVinci, una sola persona no puede saberlo todo. Por esto, un líder verdadero acepta cuando necesita ayuda y busca el consejo de quienes saben más en cualquier tema que le interese. Acude a quienes ya estuvieron en tu posición y a quienes sepas puedan darte una perspectiva diferente. Un líder solo sigue siendo líder cuando acepta que su trabajo depende de la especialización ya experiencia de otros.
5. Sé emocionalmente consciente
Como líder, puede estar inmers@ en asuntos que no solo repercuten en tu liderazgo sino en las condiciones de tu equipo y hasta de la sociedad. Sin embargo, es la obligación de un líder ser consciente de que su trabajo es liderar personas. Y las personas tienen sentimientos. Un líder que no lo reconoce y no se comunica tomando en cuenta esto, está condenado a tener seguidores que no lo ayudarán a crecer por temor a no ser tomados en cuenta de verdad.
6. Fomenta la creatividad
Tu equipo, y las personas en general, deben saber que estas abiert@ a las ideas. La mejor manera de hacer la diferencia es promoviendo la creatividad y las lluvias de ideas de distintas perspectivas, ofreciendo siempre críticas constructivas al respecto. Dejar a tus seguidores expresar sus ideas y planes es la mejor manera de hacerlos sentir parte de la misión y comprometerse con su trabajo. Recompensa la creatividad y el desarrollo de tu personal.
7. Conoce a tu equipo
Conoce más a fondo a tus seguidores. Pregúntales por su familia o sus hobbies. Hacerlo demostrará que no son para ti solamente la posición que ocupan en tu equipo o una herramienta. Recuerda siempre que el liderazgo no consiste en autoridad sino en inspirar a la gente a que apoyen tu misión por decisión propia. Recuerda no solamente sus nombres, sino la última plática que tuvieron que no fue sobre trabajo.
8. Piensa positivo
Es muy fácil ser positivo cuando todo va bien, pero los mejores líderes de la historia son positivos especialmente en tiempos difíciles. La positividad inspira productividad entre tu equipo y fomenta una imagen de liderazgo proactivo. Acepta los errores y enséñale a tu equipo que no son más que oportunidades para mejorar. Nunca menosprecies a nadie, dentro o fuera de tu equipo.
9. Estudia a líderes del pasado
Todos los problemas que te encuentres seguramente a alguien ya le sucedieron. Investiga el desempeño de quienes anteriormente ocuparon tu posición o alguna similar y cómo es que fallaron o tuvieron éxito. Compara tu estilo de liderazgo con el suyo. Considera sus circunstancias. Tu liderazgo puede no ser el mismo, pero te servirá para mejorar.
10. Reta a tu equipo
Casi cualquier persona termina enfadándose de una misma actividad repetitiva, lo cual lo llevará a dejar de crecer y desarrollarse. Dale a tu staff nuevos retos que vayan acorde a sus capacidades (por esto también debes conocerlos bien). Dales críticas constructivas que les ayuden a tomar nuevos retos o los de siempre de distintas maneras. Así sabrán que confías en ellos. Y recuerda que el mejor líder es quien fomenta el liderazgo y al superación de su propio equipo.
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