El branding es solo una parte de la mercadotecnia, y de la misma forma trataremos aquí también temas tan variados (pero relacionados) como las relaciones publicas, el servicio al cliente y la identidad corporativa y personal.
Y precisamente uno de los aspectos más importantes de una marca (y al final de cualquier negocio o institución, aunque aún no se considere marca) es la identidad, también conocida como imagen corporativa (aunque este último término engloba mucho más que la imagen externa).
Para bien o para mal, como te ven te tratan. Poco podemos hacer en contra del instinto o tendencia natural a clasificar nuestro mundo de acuerdo a como lo vemos. Esto es tan real para una persona como para una empresa.
Aunque se pueda pensar (erróneamente) que la identidad gráfica es algo para los productos físicos, la realidad es que en una economía cada vez más enfocada en los servicios, ahora es mucho más importante atender la imagen. ¿Por qué? Por el simple hecho de que debido a la intangibilidad de los servicios, por naturaleza buscamos asignarle algo visible a lo abstracto.
Atender todos los aspectos de la imagen ya no es necesario solo para distinguirnos del resto. Las personas confían más en una empresa o producto con una identidad solida; una identidad que los haga sentirse seguros y una identidad que reconozcan en todos los puntos de contacto (anuncios, volantes, pantallas, playeras, uniformes, edificios, etc.).
Identidad y consistencia
Y aquí la clave es consistencia: puede ser tan perjudicial tener una identidad establecida pero poco consistente, como no establecer ninguna en absoluto.
Los clientes y futuros clientes quieren ver tu marca de la misma forma en todas partes y aplicada de manera consistente en cualquiera de los puntos donde se la encuentren.
Si un día te encuentras el logotipo de Coca Cola de otro color, o en un tipo de latea diferente, o con una inclinación extraña, te hace sentir que algo anda mal. Incluso cuando no lo notamos de manera consciente, las desviaciones en esa consistencia necesaria afectan nuestra percepción de una marca de manera perjudicial para la misma.
Para que quede más claro, explico solo las más importantes de las razones por las cuales todo negocio, persona o institución que pretenda conseguir un mercado debe atender y ocuparse de su imagen y así comenzar el proceso de “enamoramiento” del público con su marca:
- La primera impresión cuenta (o amor a primera vista). Nos guste o no, los seres humanos juzgamos inconscientemente desde la primera impresión lo que vemos o a quién vemos. No todos tendrán una segunda o tercera oportunidad para dar la impresión que quieren, y de ahí la importancia de tener una imagen que proyecte lo que deseamos desde el principio.
- Consistencia significa familiaridad (o amor por costumbre). Otra manera de enamorarnos de alguien o algo es verlo (o verla) seguido y de manera consistente. La repetición se convierte en realidad, y saber explotar esta parte de la imagen es clave para acostumbrar al mercado a nuestro producto o servicio.
- Consistencia significa solidez (amor por cualidades). Los consumidores asignan cualidades a las marcas que se encuentran. Este proceso es en gran parte de la misma forma inconsciente, de manera que detalles como el color, el tipo de letra y sus aplicaciones pueden transmitir sensaciones que el cliente asocie con beneficios, si es que el negocio maneja una identidad de manera adecuada.
- Consistencia significa facilidad (amor por practicidad). En un mercado tan lleno de productos y servicios y de opciones en cada una de las categorías existentes, los consumidores buscan practicidad. Y no solamente practicidad inherente en las características de los productos y servicios, sino comenzando desde la facilidad con la que se percibe y recuerda la marca o el nombre. Es mucho más fácil recordar un logotipo diseñado profesionalmente que uno salido de la idea abstracta y mal lograda del sobrino adolescente favorito del dueño del negocio.
¿Le estás poniendo la atención necesaria a la identidad de tu producto, sercicio o institución? ¿Estás trabajando en la imagen de tu persona o negocio como un profesional en algún ramo? Ya no puedes darte el lujo de contestar negativamente a ninguna de estas dos preguntas.
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